Autor: PhD. Martha Ángela De la Campa Velázquez
En esta temporada navideña, mientras los mexicanos destinan un promedio de $5,500 pesos en regalos, según datos de Statista (2024)1, surge una invitación a reflexionar sobre el impacto de los secretos familiares. Más allá de los bienes materiales, liberar las ataduras emocionales de las familias podría ser el mayor regalo de todos. En el contexto de las constelaciones familiares, los secretos ocultos a algunos de sus elementos pueden generar patrones repetitivos, conflictos no resueltos e incluso somatizaciones.
En muchas familias persiste la creencia de que ocultar ciertos sucesos protege a algunos de posibles sufrimientos. Sin embargo, esta práctica puede resultar más dañina, ya que lo no dicho, sigue presente en el subconsciente familiar. Esto puede manifestarse a través de enfermedades, comportamientos inexplicables o situaciones que parecen desafiar toda lógica.
Un ejemplo es el caso de un hombre de 55 años que descubrió recientemente el segundo nombre de su madre. Este dato, aparentemente inofensivo, le permitió entender por qué su hijo tuvo maestras con ese mismo nombre durante la primaria, de forma repetitiva y en tres ocasiones subsecuentes. Lo que parecía una coincidencia extraordinaria resultó ser una expresión inconsciente de un secreto guardado por años.
Otro caso es el de una mujer de 80 años que finalmente reveló cómo en su juventud se hizo cargo durante un tiempo de una de sus hermanas que padecía una enfermedad en la infancia, ante la negativa de su madre a hacerlo (por la demanda de esfuerzo y tiempo que exigía, además de tener que hacerse cargo de sus otros tres hijos). Este suceso, oculto por décadas, generó tensiones en su familia cuando fue expuesto, pero también ayudó a explicar los conflictos y enfermedades que varios de sus miembros estaban enfrentando.
Hablar de lo que ha sido silenciado no solo libera a quien lo dice, sino a toda la familia. En estas fechas de reflexión, regalar la verdad puede transformar vidas y traer armonía. Las constelaciones familiares invitan a observar estos patrones como oportunidades de sanación. En lugar de enfocarse únicamente en los regalos materiales, como: ropa, juguetes, cosméticos o tecnología, abrir espacios para la sinceridad y el entendimiento podría ser el mayor acto de amor.
Aceptar y comprender el pasado permite que las familias fluyan en paz y armonía, liberándose de cadenas invisibles que han perdurado por generaciones. Tal vez este año, el mejor regalo sea la valentía de decir lo que nunca se dijo.
- Melo, M. (9 de diciembre de 2024). ¿Qué regalarán los mexicanos esta Navidad? En STATISTA.
